Esta semana, en mi pequeño balón de oro, analizamos a la nueva joya del fútbol inglés: Jack Wilshere
La perla de la cantera Gunner, con solo 20 años recien cumplidos ya es un indiscutible en el Arsenal y en Inglaterra gracias a su enorme calidad. Mucha gente lo considera el futuro capitán de ambos equipos.
Talentoso, fiel, profesional y polivalente, es capaz de jugar en cualquier posición del centro del campo cumpliendo a las mil maravillas. Su zurda asombra a la hora de dar pases y de manejar a un equipo al que le gusta tener la pelota, pero no solo eso, también es el primero en defensa, lo cual hace que sea el tipo de jugador que cualquier entrenador en el mundo desea tener en su equipo. Tácticamente es casi perfecto.
Tras la marcha de Cesc Fábregas al Barcelona, su peso en el equipo ha aumentado aunque, lejos de asustarse por la presión, él juega mejor y se siente más cómodo, tirando a veces de su equipo cuando más lo necesita.
El único problema que se le atribuye y que podría frenar su enorme carrera es su facilidad para caer lesionado, aunque todo lo dicho anteriormente justifica esto.
Así es Wilshere, la promesa que ya ha demostrado ser realidad.