Tal y como ha ocurrido en España, en Italia también podrán decir: siempre que llovió... paró. Y tras la tormenta, tras el desencuentro entre las partes que originó la huelga, finalmente habrá fútbol. Calcio, en este caso, porque el campeonato de la Serie A se pondrá en marcha la próxima semana.
Así lo han confirmado este jueves las dos partes involucradas en el conflicto de intereses: la Lega Calcio y la Asociación de Jugadores. No se han desvelado todos los detalles del acuerdo, pero se sabe que hubo un acercamiento en cuanto a las cuestiones que reclamaban los futbolistas para que empezara a rodar el balón. Entre ellas, el convenio colectivo de trabajo, pero también el pago del denominado "impuesto de la solidaridad", que gravará a las rentas superiores a los 90.000 euros anuales.
El convenio colectivo permitía, hasta ahora, que en la mayoría de los casos los acuerdos firmados con los jugadores estipulasen las cifras netas de retribución de los futbolistas, dejando a cargo de los clubes el pago de los impuestos.
Los clubes han pedido que eso se elimine, con lo cual se supone es lo que ha aprobado la Lega Calcio, aunque no se ha determinado si esto empezará a regir ahora mismo, de cara a la temporada 2011/2012, o si lo hará recién a partir del curso siguiente, es decir, desde el verano de 2012.
Ahora, sólo falta que la contrapropuesta realizada por la Lega Calcio sea aprobada por la Adociación de Jugadores por vía oficial, lo cual tendría que ser anunciado por su presidente, el ex jugador del Levante y de la Roma, Damiano Tommasi.
En el caso de que todo se solucione, ocurriría lo mismo que en España. Es decir que el torneo comenzará a jugarse con la jornada correspondiente a la fecha ya estipulada -en este caso, la segunda, que comenzaría el viernes 9 de septiembre con el Milan-Lazio-, y más adelante se recuperarían los partidos de la primera jornada, que debió haberse disputado entre el sábado 27 y el domingo 28 de agosto.