Este fin de semana, en el partido del Génova ante el Siena, el partido se tuvo que ser parado por el árbitro, ya que el mal juego que estaba haciendo el equipo local, y el pésimo resultado (0-4) provocó que la hinchada del Génova explotara y arremetiera contra los jugadores.
El árbitro dio el partido por finalizado y ahora el equipo tendrá que jugar los dos últimos partidos que le restan de temporada en su estadio sin su hinchada. Esto servirá de lección para próximos incidentes similares. El Génova se debate ahora entre la permanencia o el descenso, lo que le costará aún más sin tener a nadie que le anime.
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