El Barça logró el control del partido a los pocos instantes del pitido inicial para empezar a confeccionar lo que sería el primero de los goles que conformarían la goleada final. Este dominio se convertiría en gol en el minuto 19 por obra y gracia de uno de los defensas del BATE Borisov. Volodko remataba a gol sin querer tras un centro de Alves.
Primer gol al que acompañaría el segundo a los pocos minutos con un gol de pícaro de Pedro Rodríguez que se adelanta a toda la defensa y aprovecha un centro magnífico de Villa para cabecear a placer. En poco más de veinte minutos ya subían dos goles al marcador.
Leo Messi cabecea tras la enésima cantada de Gutor que no consigue controlar el balón que llegó al área por alto.
Con los tres goles al término de la primera parte, el BATE Borisov decide adelantar las líneas con el fin de poder frenar un poco el control barcelonista, aunque arriesgando a que el rendimiento físico ceda antes de lo previsto.
El cuarto no tarda en llegar al luminoso y es de nuevo Alves el que pone el centro de gol para que, dejando el balón delante de la portería, Messi ejecute con convicción. El argentino se igualaba con este gol, los 194 que consiguió Kubala con la zamarra culé.
Tras este tanto, Messi comienza a pecar de individualista, seguramente por el ansia de poder superar el registro de Kubala pero con la entrada de Cesc Fàbregas el temple del balón vuelve a su sitio.
Será finalmente Villa, el que en un mano a mano con Gutor, consigue el quinto.
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