Tras el anuncio de la actualización de agosto del ranking FIFA, a nuestros campeones les surgió un nuevo objetivo a cumplir -al margen de la clasificación a la Eurocopa-: recuperar el primer lugar del ranking. Las últimas goleadas padecidas, post Sudáfrica '10, ante Argentina y Portugal, la tibia actuación frente a México y la derrota contra Italia provocaron que España se caiga de la cima. Por eso, ante Chile quiere recuperar la memoria e iniciar la levantada. Y de paso, cobrarse revancha por la justa victoria de España en el último mundial.
El seleccionador español no quiere sufrir la carencia de opciones para la última línea -como le sucedió en el amistoso ante Italia- y para esta convocatoria aplicó una prometedora citación a tres jóvenes novedades defensivas: Martín Montoya, Álvaro Domínguez y Alberto Botía. Pese a que ninguno de los tres campeones de Europa Sub 21 arrancará como titular, su presencia será útil para que empiecen a sentir lo que es jugar en la Selección Mayor y, claro, para que Del Bosque tenga alternativas a mano ante cualquier incidencia.
Al margen de la situación de los jóvenes, frente a Chile el DT español le daría la titularidad nuevamente a Sergio Ramos y Xavi Hernández, mientras que probaría con Álvaro Negredo como referencia ofensiva, relegando al banco a Fernando Torres. En resumen, España encara una renovación pero no negociará el estilo y continúa por la misma linea.
Enfrente del último campeón del mundo estarán Alexis Sánchez y compañía, que tras el proceso de Marcelo Bielsa al frente de la Selección, mantienen un constante progreso que el nuevo técnico, Bichi Borghi, supo prolongar. El DT de Chile no le teme a España. Por eso, anunció que no modificará en nada el estilo que ostentan sus dirigidos y saldrá al ataque, con la habitual presión incesante, en busca de evitar que España pueda elaborar lo que sabe cuando tiene la posesión del balón.
El posible equipo titular de la Roja de América iría con el conocido 3-5-2 como sistema táctico, pero aún tiene una duda por develar. Alexis Sánchez no sabe todavía quién lo acompará en el ataque
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