La puesta en escena no fue otra que la de un equipo dispuesto a ganar, frente a otro equipo con intenciones de no perder. Alberto Nocerino fue el jugador que más ocasiones tuvo para adelantar a los visitantes. Primero un mano a mano –algo forzado- frente a Frey, y luego un disparo desde la frontal que se marchó por pocos centímetros fuera de las tres maderas.
El Génova llegó a juntar una línea de seis hombres para intentar detener el ataque milanés. Lograron alcanzar el descanso con un empate a cero, pero con el argumento de la primera parte parecía evidente lo que sucedería en la segunda mitad.
Diez minutos bastaron para que la escuadra de Allegri abriera la lata. Fue de penalti, Ibra se encargó de transformarlo. Además, el penalti conllevó la expulsión del defensa, por lo que el encuentro cambió totalmente de tono. 
El Genoa reaccionó realizando una presión intensa más adelantada, aunque de poco sirvió a los de Malesani esta táctica.
Nocerino, quien antes lo intentó desde todas las zonas de campo, mató el choque
con un segundo gol luego de una maniobra de Boateng. El Milan se sitúa líder provisional de la tabla, con 28 puntos y ocho victorias en trece jornadas.
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