lunes, 29 de agosto de 2011

Goleada del Real Madrid al Zaragoza 0-6



Mourinho dispuso su once de gala, mientras que Javier Aguirre intentó guardarse las espaldas con un 4-1-4-1 que sin embargo hizo aguas por todas partes. El Real Madrid robaba muy rápido el balón cuando estaba en poder del cuadro maño, y encontraba con tanta facilidad como asiduidad a un Ozil que entre líneas se erigió en el mejor faro posible para el ataque blanco. Partiendo desde el germano así como desde el propio Xabi Alonso, el Real Madrid se plantaba en el último cuarto del campo cómodamente, y ahí la dinamita merengue es muy fácil que prenda con jugadores de la talla de Di María, Ronaldo y Benzema. Y más, con el estado de forma y de gracia en el que están.



Antes del descanso, la chispa saltó en dos ocasiones, y si no hubiera sido por el gran papel de Roberto, el Zaragoza bien podría haberse marchado al vestuario con un saco de goles. Ya en el minuto nueve, el guardameta ex del Atlético le detuvo un mano a mano a Ozil; al cuarto de hora, despejó un tiro cruzado de Benzema desde dentro del área, y desde ahí hasta el descanso tuvo que intervenir en no menos de seis ocasiones claras para el Real Madrid, sin contar siquiera un penalti no pitado por manos de Ponzio al saque de una falta de Ronaldo.

Sin embargo, Roberto no pudo evitar que el Madrid se marchara con una clara y justa ventaja al descanso con dos goles que en su ejecución fueron fiel reflejo de la abrumadora superioridad blanca sobre el césped.

El primero llegó rondando el minuto veinte en una jugada de tiralíneas. Benzema robó el balón en el centro del campo, Ozil se encargó de llevar el cuero hasta el balcón del área, y ahí se sacó de la manga un pase en profundidad a un Ronaldo que con sólo un toque superó al guardameta maño. Y el segundo llegó apenas cinco minutos después. El cuero pasó de una banda a otra visitando entre medias a casi todos los jugadores de ataque merengues ante unos jugadores blanquillos que perseguían sombras, el centro de Ramos no lo remató Ronaldo con una media tijera, pero sí Marcelo, que puso el segundo en el electrónico cruzando cómodamente el balón a donde no llegaba el meta local.

El cansancio y la comodidad de la ventaja hizo que la segunda parte fuera un poco menos vistosa que la primera. Aunque eso sí, no bajó del sobresaliente en ningún momento. Y es que el cuadro blanco siguió poco menos que bailando un chotis a costa del Zaragoza a base de más fútbol de toque, y también de contraataques cuando ya los locales se estiraron un poco más al ver que no tenían nada que perder. Y gracias a ello pudo terminar goleando fácil, justa y brillantemente.
Xabi Alonso marcó el tercero rondando la hora de partido al fusilar a Roberto desde 25 metros tras un rechace.

Ronaldo consiguió el segundo en su cuenta particular en otro tanto de bellísima factura. Marcelo robó el balón en su propio campo, Cristiano lo llevó hasta la parcela zaragocista, y éste llegó a Di María, cuyo centro lo remató el propio Ronaldo a gol sin que nadie del Zaragoza pudiera hacer nada por evitarlo. Y ya con el partido totalmente decantado (si es que no lo estaba muchísimo antes), hasta Kaká tuvo su minuto de gloria.

Dado el resultado, Mourinho dio chances a Callejón, Higuaín y el propio Kaká, y el brasileño aprovechó su oportunidad. Primero, marcando un golazo tras un buen pase en profundidad de Marcelo, que el ‘8’ blanco embocó por toda la escuadra desde la frontal del área. Y después asistiendo a Ronaldo para que marcara a placer el sexto de la noche desde el lateral del área. La guinda a un partido de muchos quilates por parte de los blancos, que empiezan esta temporada arrollando como lo hicieran al final de la anterior.

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