El Madrid remonta y gana al Galatasaray (2-1)

Mourinho fue el gran vencedor del Trofeo Santiago Bernabéu. Sobre el césped estaban sus once pupilos y otros once del Galatasaray, pero sin duda alguna fue el técnico merengue el que se llevó el premio gordo de la noche. Y es que de nuevo se volvió a adjudicar el plebiscito popular que se había generado después de la tangana en el Camp Nou, el expediente disciplinario y el quilombo con su asesor de imagen. El Bernabéu, una noche más, no volvió a dudar y le entregó aún más crédito al entrenador madridista. Un reconocimiento que no tiene trofeo, pero tampoco precio. Y como mejor muestra, una de las decenas de pancartas que revistieron el interior del coliseo merengue para la ocasión: “Mourinho, tu dedo nos enseña el camino”. Un lema que no deja lugar a incertidumbres o debates.

Y un mensaje que sobresale aún más dado el pobre espectáculo que se vio sobre el césped. El Real Madrid no terminó de meter la quinta marcha en ningún momento, mientras que el Galatasaray nunca bajó los brazos. Esto derivó en un empate a nada en lo que se refiere al fútbol, y en una victoria pírrica para los merengues mirando el marcador. Ramos y Benzema remontaron el gol inicial de Inan, pero Marcelo se marchó lesionado y algunos de los jugadores que salieron en el once titular dejaron más dudas de las que resolvieron.


Y es que ya fuera porque el parón liguero afectase al Real Madrid en el inicio del partido, o simplemente porque el Galatasaray se tomó el partido más en serio desde el principio, en la primera media hora si uno de los dos equipos estuvo más cómodo sobre el verde, ése fue el cuadro otomano pese a lo que se pudiera esperar. Mourinho dispuso un once con jugadores de los menos habituales, y lo cierto es que a pesar de que el madridismo se vanagloria de la profundidad de plantilla, hay una diferencia notable entre los titulares y los menos titulares.
Ozil y Kaká juegan a deportes distintos. Higuaín sigue sin ser ‘perro’, aun habiendo completado una Copa América y un mes de pretemporada. El invento de Coentrao de mediocentro empieza a chirriar ya, y si no fuera Mourinho el entrenador blanco, seguramente ya se habrían oído voces disconformes al respecto pese a que la Liga ni siquiera ha empezado. Y la mejor muestra de la diferencia entre un once y otro es que Di María, que sí fue titular, se erigió en el mejor madridista en la primera mitad.

De él nacieron las mejores jugadas en los primeros cuarenta y cinco minutos. Aunque eso sí, el gol llegó en un saque de falta lateral botado por Xabi y rematado por Ramos ante la pasividad de la defensa del Galatasaray. Un tanto rozando el descanso, que fue el del empate. Y es que el cuadro turco hizo valer su superioridad en los primeros minutos con un tanto de Inan al rematar una gran jugada de Eboue en la banda, recorte de postal a Ramos incluido.
Un gol que fue justo por lo visto hasta entonces. E incluso escaso por lo visto en el global del partido. Y es que el conjunto turco no le perdió la cara al partido en ningún momento. Ni siquiera cuando en la segunda parte salieron los titulares del Real Madrid: Ronaldo, Ozil y Benzema. Y eso que el delantero galo tardó escasos cinco minutos en resolver magistralmente un mano a mano tras un buen pase en profundidad de un hoy sobresaliente Xabi Alonso, y poner así al Real Madrid por delante.

El tanto sirvió para relajar al cuadro madridista. Y si a eso se une que los turcos siguieron con el ceño fruncido, el resultado fue una segunda parte totalmente deslucida. Hasta el punto de que el electrónico no se movió más, apenas se vieron ocasiones de gol, y de hecho los momentos estelares en el segundo capítulo fueron la entrada en el campo de los canteranos merengues: Alex, Morata, el recién llegado Mendes, Nacho Fernández y Mandi. Un buen detalle dado el carácter festivo del partido, y que hubiera sido la guinda perfecta a una nueva victoria en la pretemporada si no llega a ser porque Marcelo se retiró en las postrimerías lesionado. Esa lesión deslució en parte un encuentro del que el principal, aunque no único ganador resultó Mourinho.